30.853 alumnos de la región no están cumpliendo con un 85% de asistencia, mientras que en 2019, fueron 11.840. Una de las principales causas que estaría detrás del ausentismo escolar durante el primer semestre sería la pandemia por Covid-19

Preocupación han generado los niveles de inasistencia a clases durante el primer semestre en el país y en Ñuble tras el retorno a la presencialidad. La situación encendió las alarmas en el mundo educativo al ser el abandono del sistema educativo uno de los mayores temores que se asoma y que se pretende erradicar cuando se interrumpe la trayectoria escolar de forma reiterada en el tiempo. De acuerdo a cifras de un informe del Centro de Estudios del Ministerio de Educación, el que comparó Desde el Gobierno se han trazado varias estrategias para combatir la interrupción de la trayectoria escolar. la asistencia de los estudiantes en 2019 con este año, muestran que la inasistencia grave, es decir, aquella asistencia menor al 85%, casi se ha duplicado respecto de un año normal, y un 39% de la matrícula total del país presenta una inasistencia grave (1.254.253 estudiantes). En promedio, a nivel nacional, durante el primer semestre los estudiantes han asistido un 83%. Esta situación afecta a todas las regiones y a todos los niveles de enseñanza, siendo más acentuada en prekínder y kínder y en los primeros niveles de básica. En Ñuble, la inasistencia grave alcanzó un 33%, es decir, 30.853 alumnos. Antes de la pandemia, en 2019, los alumnos que no cumplieron con la asistencia mínima exigida fueron 11.840, prácticamente se triplicó la cifra. Una de las principales causas que estaría detrás del ausentismo escolar durante el primer semestre sería la pandemia por Covid-19. Así explicó el seremi de Educación, César Riquelme, quien sostuvo que a nivel nacional la inasistencia se concentró en el nivel parvulario, donde se ha constatado, además, una baja matrícula en la región. “Es un tema grave y entendemos que gran parte de esto se explica por la pandemia y por el temor al contagio que todavía tienen las familias y niños de volver a clases y esto se refleja en la estadística (…) 39% a nivel nacional presenta una inasistencia grave que es prácticamente el doble de lo que era el 2019, a nivel país. En el caso de la educación parvularia, es un 64%; en básica, baja a un 37%; y en media, a un 33%. En educación parvularia tenemos un problema importante, porque no solo es el tema de inasistencia, sino que la matrícula, en general, en la región está baja. Todavía tenemos un 30% de vacantes entre jardines Junji, Integra y VTF”, explicó. En esa línea, la autoridad valoró la importancia de la educación parvularia y básica al ser determinante en el aprendizaje del estudiante. “Es donde se cimientan todos los procesos de aprendizaje esenciales. Es la base del proceso, en primer lugar, de socialización, sobre todo, en educación parvularia, la resolución de conflictos y después se entra en el proceso de la lectoescritura. Le cuesta mucho más a un adulto aprender a leer que a un niño de seis años. Por lo tanto, que el niño viva la educación parvularia y viva el primero y segundo básico es esencial”, destacó. La inasistencia no es un tema que debe ser visto con ligereza en el mundo de la educación, ya que al ser grave, recalcó el seremi, surge el temor al fantasma de la deserción como principal consecuencia negativa. “La inasistencia, hablando de básica y media, provoca deserción, porque si yo envío al hijo o hija una vez a la semana a clases o de cinco días va dos, ese niño cuando va a clases queda absolutamente al margen del proceso que lleva su curso y queda sin ver los contenidos que está viendo su curso. No va desarrollando las habilidades que va desarrollando su curso y por lo tanto, se siente fuera de lugar, siente que queda perdido, entonces, repite de curso. Son retirados por las familias en algún momento frente a la evidencia de bajo rendimiento o simplemente en el caso de los niños que son mayores, se retiran del sistema escolar”, sostuvo. Deserción El abandono del sistema educativo llega al 1% en la región de Ñuble durante el periodo 2021-2022, lo que equivale a 774 estudiantes no matriculados de un universo total de 80 mil, sin contar la educación parvularia.

“Es una deserción que, a nivel nacional, está dentro de las más bajas, pero también tenemos programas de educación de jóvenes y adultos que generalmente tienden a absorber gran parte de los estudiantes que desertan. En jóvenes y adultos en Ñuble tenemos 3 mil estudiantes matriculados y gran parte de los que desertan terminan matriculados en este sistema”, recalcó. Revertir la inasistencia Para el Gobierno es fundamental reparar esta situación que afecta los aprendizajes y la socialización. Por esa razón, se han trazado varias estrategias para combatir la interrupción de la trayectoria escolar, en coordinación con diversas instituciones ligadas a educación. “El monitoreo encima y constante de la situación de cada establecimiento educacional a partir de una plataforma en la cual tienen acceso todos los directores, que cada dos meses va a ir arrojando la señal roja de qué niño, por ejemplo, está en riesgo de deserción escolar por el tema de asistencia y la misión de la comunidad tiene que ser preocuparse personalmente de cada estudiante. Tiene que ser una atención personalizada, llamar a la familia y en algunos casos, si hay negligencia familiar, podemos estar en presencia de vulneración de derechos que implica consecuencias legales para la familia, ya que la educación básica y media es obligatoria. Y por lo tanto, si falta, hay que justificarlo, no es llegar y faltar”, comentó Riquelme. A renglón seguido, el titular regional de Educación mencionó que el Ministerio va a firmar un convenio con universidades para que los alumnos en práctica a nivel nacional se focalicen como tutores sobre los alumnos que están en riesgo y la idea, en este semestre, es constituir una columna de 10 mil tutores. Y como se apuntó al Covid-19 como una de las principales explicaciones de la inasistencia, el seremi indicó que “se está haciendo una entrega a partir del programa de apoyo al establecimiento por el reencuentro educativo, de $14 mil 500 millones para la adquisición de elementos de seguridad relacionados con la pandemia, porque entendemos que gran parte de esta inasistencia se debe al temor que tienen las familias con respecto al contagio, pero también parte de esto se explica por otros factores, por lo tanto, el rendimiento y el abordar en forma personalizada, es esencial”.